La ventana internacional de noviembre entra en su tramo más exigente y encuentra a Los Pumas ante un partido que puede marcar el rumbo del próximo ciclo. Este domingo, desde las 12.10, el equipo de Felipe Contepomi enfrentará a Escocia en el mítico Murrayfield, en lo que será el segundo compromiso de esta gira que se cerrará recién el 23 de noviembre ante Inglaterra.
Argentina llega fortalecida tras el resonante triunfo conseguido en Cardiff frente a Gales, un 52-28 que dejó sensaciones de crecimiento colectivo y una identidad más clara. Escocia, en cambio, arriba golpeada después de caer como local ante los All Blacks por 25-17. Pero aunque el contexto deportivo pesa, lo que rodea este partido tiene un valor que trasciende lo inmediato: el impacto directo en el ranking de World Rugby y su influencia en el sorteo del Mundial de Australia 2027.
La batalla silenciosa
El ranking es hoy una tabla vibrante en la que cada resultado mueve estructuras. Actualmente, Argentina ocupa el sexto puesto con 84.30 puntos. Esa ubicación es clave, porque los primeros seis países serán cabezas de serie en el sorteo del Mundial que se realizará en diciembre, un privilegio que sirve para evitar a los rivales más poderosos en la fase de grupos.
La diferencia con los perseguidores es mínima. Australia aparece séptima y Escocia octava, ambos en un margen que permite imaginar múltiples combinaciones. Para Los Pumas, ganar en Edimburgo significaría asegurar ese sexto lugar, sin necesidad de depender de otros marcadores. Una victoria por 15 puntos o menos permitiría trepar hasta los 85.30 puntos; si el triunfo es por más de 15, la cifra ascendería a 85.79. En cualquiera de los dos escenarios, Argentina cerraría la semana como cabeza de serie.
La derrota, en cambio, abre un panorama más riesgoso. Si bien Escocia no tiene hoy margen matemático para superar a los argentinos incluso imponiéndose por más de 15, Argentina sí podría quedar vulnerable ante un eventual triunfo australiano, ya que una caída la llevaría a descender a 83.30 o incluso 82.79. El margen es tan fino que cada punto y cada detalle contarán en Murrayfield.
La apuesta
El cuerpo técnico decidió introducir cinco cambios respecto al equipo que brilló en Cardiff. El objetivo es mantener la intensidad, ajustar piezas para un rival más físico y oxigenar sectores claves del campo de juego. Ingresa Pedro Rubiolo en la segunda línea por Marcos Kremer, vuelve Santiago Grondona por Pablo Matera, Matías Moroni recupera el lugar que había ocupado Justo Piccardo, Rodrigo Isgró reemplaza a Bautista Delguy y Juan Cruz Mallía regresa como fullback en lugar de Santiago Carreras.
La formación inicial estará integrada por Mayco Vivas, Julián Montoya y Pedro Delgado en la primera línea; Guido Petti y Pedro Rubiolo en la segunda; Santiago Grondona, Juan Martín González y Joaquín Oviedo en la tercera; Simón Benítez Cruz y Gerónimo Prisciantelli como conductores; Mateo Carreras y Rodrigo Isgró en las puntas; Santiago Chocobares y Matías Moroni en el centro; y Mallía como último hombre.
Habrá, además, una presencia tucumana marcada. Mateo Carreras será titular y vuelve a presentarse como una de las principales armas ofensivas del equipo, con ese desequilibrio que ya es marca registrada. En el banco estarán Thomas Gallo y Francisco Coria Marchetti, dos hombres surgidos del rugby tucumano que hoy forman parte del recambio imprescindible que necesita un seleccionado de alto nivel.
Dos hitos El partido también quedará en la historia personal de dos jugadores que alcanzarán una cifra emblemática. Juan Cruz Mallía y Juan Martín González llegarán a los 50 test matches con la camiseta nacional, una marca que simboliza consistencia, rendimiento y un aporte sostenido al proyecto de los distintos cuerpos técnicos. Ambos se han convertido en piezas estructurales del equipo y este duelo servirá para celebrar su recorrido.
Un historial ajustado
El historial entre Argentina y Escocia está marcado por el equilibrio. En 25 enfrentamientos, los europeos ganaron 13 y Los Pumas 12. La última victoria argentina en Edimburgo se remonta a 2009, un ajustado 9-6 que todavía permanece como una rareza en un estadio históricamente difícil. Murrayfield suele exigir carácter, precisión y frialdad: atributos que serán indispensables en un contexto donde no solo se juega un partido, sino parte del futuro inmediato.
Un duelo que define el año y anticipa el próximo ciclo
Los Pumas llegan a Edimburgo con una certeza: lo que ocurra en estos 80 minutos tendrá un impacto profundo en la planificación hacia el Mundial de 2027. Aún quedará por delante el test con Inglaterra, pero este duelo ante Escocia es el que puede consolidar la posición del equipo en el top seis y ofrecer un cierre fuerte a un año de transición.
Murrayfield será escenario de un partido con aroma a final anticipada. No es solo rugby: es estrategia, ranking y ambición. Es, también, el momento de demostrar que Argentina quiere un lugar permanente entre los mejores del mundo.